Por Mediotiempo.com

Muy lejano se ve el 13 de agosto del 2005, cuando un joven portero canterano de Rayados, hasta entonces desconocido para la afición, fue incluido de último momento por Miguel Herrera en su once titular ante Atlas en el Tec.

Una década después, aquel juvenil de 19 años de nombre de Jonathan Orozco, es hoy un referente del Monterrey. Con cinco títulos bajo el brazo durante su paso por la Pandilla, plenamente identificado con el club al que llegó a la edad de 10 años y al que ha sido seguidor toda su vida, "Jona" hizo un recuento para Mediotiempo sobre lo que representa cumplir una década en la Primera División.

"Diez años se dicen fácil, pero hay que tener una regularidad. Me costó bastante, era muy joven cuando debuté, tenía 19 años. La inexperiencia y el tener apenas dos o tres partidos me costaron varios goles; uno nunca deja de aprender y después de 10 años sigo aprendiendo de los mejores", comentó Orozco.

No todo ha sido alegría, el guardameta ha tenido momentos difíciles que le han ayudado a forjar su carácter, como la penosa derrota sufrida en Morelia en el 2007. "Nunca se me va a olvidar, porque ha sido de los peores momentos en mi vida futbolísticamente hablando, contra nueve jugadores. Me mete un gol a mi poste el 'Pity' Altamirano, Miguel (Herrera) ya no me vuelve a poner, me costó mucho creer otra vez en mí".

"Después Mizrahi me vuelve a dar la oportunidad, me toca ir a Preolímpicos, estar en la Selección con Hugo (Sánchez), hasta que llega 'Vuce' y luego de un tiempo de alternancia me confía la titularidad y viene la época dorada del Monterrey", recordó el arquero, quien atesora recuerdos como los Cuartos de Final contra América en el A2009 y el primer título de CONCACAF ante el Real Salt Lake.

Durante su paso por Rayados, Jona ha tenido la satisfacción de ver cómo se ha incrementado el número de aficionados que portan el jersey de portero, algo que lo motiva a buscar tener una larga carrera y como ejemplo cita a Óscar Pérez, quien a sus 42 años, está pleno de facultades.

"Después de 10 años, más que los títulos, más que el tiempo, más que el reconocimiento, es el haber cambiado esos abucheos cuando estaba más joven por aplausos, por ovaciones, por ver muchas camisas de portero. Me gustaría jugar 10 años más y hacerlo en un buen nivel, el 'Conejo' sigue estando en su punto", indicó.

Orozco tiene un amor por los colores azul y blanco, que afirma no imaginarse defendiendo otra divisa que no sea la de Rayados, al menos no en el fútbol mexicano y si por él fuera, firmaría un contrato de por vida con Monterrey, club donde se ha creado su propio estilo.

"Por los tatuajes, por la barba, que me gusta salir jugando, los despejes. Siempre he tratado de tener mi propio estilo. Soy un apasionado del fútbol y de repente me equivoco, hago cosas que no debería. Soy regio, soy rayado y lo vivo como tal, a veces me equivoco porque dejo de lado que soy jugador. Soy como soy, hago lo que más me gusta y siempre voy a dejar todo por el Monterrey", finaliza Orozco.